Ante las dificultades para concebir, Estela y Homero recurren al doctor Roger, un especialista reconocido en fertilización humana. Mientras tanto, Gloria teme que su enfermedad sea descubierta en una fiesta, y Maira comienza a sospechar de las verdaderas intenciones de Roger, prometiendo investigar más sobre él.
Estela le asegura a Homero que no renunciará a su deseo de ser madre, y él consigue un préstamo para costear el tratamiento. Cuando Roger llega de madrugada a casa, Gloria desconfía de él, aunque su actitud cariñosa la convence de aceptar sus disculpas.
La esperanza de Estela crece al recibir la noticia de que sus probabilidades de embarazo han aumentado. Sin embargo, durante una cena familiar, Roger muestra una actitud inapropiada, dejando entrever su verdadera personalidad.
El desenlace toma un giro oscuro cuando Estela asiste a la ceremonia de premiación de Roger y sufre un desmayo. Mientras se recupera de la anestesia, el médico aprovecha su vulnerabilidad y abusa de ella.