Sin embargo, su recién entrenada independencia no será nada en comparación con la llegada a Sevilla de Bego, la hermana de Maritxu. La tía de Iñaki no piensa marcharse hasta lograr su objetivo: llevarse a su hermana consigo de vuelta al País Vasco. En el viaje la acompaña Sabino, su marido, quien logrará hacerse un hueco entre los hombres del hospital.
Bego deberá enfrentarse a Trini, Rober e, incluso, Koldo. Ninguno de ellos recomiendan mover a Maritxu dado su estado de salud, pero la vasca no atiende a razones: no quiere que su hermana pase ni un minuto más de su existencia en Andalucía. Cree firmemente que sólo se repondrá en su tierra natal. ¿Logrará Iñaki que su tía cambie de opinión o deberá aceptar sus deseos e insistir en el traslado hospitalario de su madre?
La relación de Iñaki con su tía y con su madre hará que Carmen le pierda el respeto. ¡No entiende cómo puede estar tan sometido a las mujeres de su vida! Mientras tanto, Rober continúa esforzándose por reconquistarla, lo que supone un frente abierto más para Carmen. Para colmo de males, Bego también le declarará la guerra, lo que hará que la joven andaluza acabe hartándose de todos.
Quien parece integrarse bien en Sevilla es Sabino, el marido de Bego, quien se convierte en el aliado perfecto de Don Benjumea y Joze para sus actividades de contrabando. Su silencio oculta un carácter mucho más espabilado de lo que, en principio, aparenta. De hecho, es el propio Sabino quien descubre el secreto de Iñaki.