Maritxu y Bego están seguras de haber convencido al cura Don Pascual de que Iñaki y Carmen son una pareja católica como Dios manda. Sin embargo, el tío de Iñaki no termina de confiar en que así sea y se presenta, por sorpresa, en Sevilla, concretamente en el piso de Carmen, que debe fingir que Iñaki no vive con ella. Le explican que, en realidad, se aloja al otro lado del pasillo, en el piso de Koldo, y que éste sólo está allí temporalmente. Sin aceptarlo totalmente, Don Pascual les propone ser él quien les imparta el curso prematrimonial. ¿Serán capaces de fingir durante tanto tiempo Carmen e Iñaki?
Quien también se presenta por sorpresa en Sevilla es Izaskun, quien visita a Koldo para que éste le firme los papeles del divorcio. Sin embargo, el cura Don Pascual quiere aprovechar la oportunidad de que ambos estén en Sevilla para que participen del curso prematrimonial de Carmen e Iñaki como ejemplo de matrimonio católico. El recuerdo de tiempos mejores hará que a Izaskun le surjan algunas dudas respecto a la separación. ¿Le ocurrirá lo mismo a Koldo? ¿Y Piedad, será consciente de que la mujer de su amado se encuentra merodeando por Sevilla?
Mientras tanto en la clínica, Trini presiona a sus empleados para que fichen a su hora. El problema es que Dolores le ha prometido a Carmen que se encargará de recoger su traje de novia, pero con Trini vigilando sus idas y venidas, le resulta imposible, así que se lo pide a Jozé. Sin embargo, don Benjumea le ofrece un negocio mucho más lucrativo: convertirse en su entrenador personal de cara a la boda de Carmen e Iñaki. Quiere sorprender a Maritxu y tener la capacidad de competir con los vascos que viajarán para el enlace.
Para terminar, Rober anda tramando algo dentro de la clínica y Trini sospecha de él. ¿Logrará averiguarlo a tiempo o conseguirá Rober salirse con la suya? ¿Estará, de verdad, tramando algo o serán invenciones de la directora del centro?