La maldición que recae sobre Iván lo despoja de toda su belleza dejando, solamente, la arrogancia que lo caracterizaba durante todo su matrimonio.
Es en este momento donde las pesadillas de Iván se convierten en realidad y se ve a sí mismo como un paria. No obstante, es una joven escritora la que consigue poco a poco que el ex triunfador comience a rebajar su arrogancia y a aceptarse a sí mismo tal y como es.