La misión del Cuerpo de Élite parece sencilla: asegurarse de que la ladrona llegue viva al juicio para confirmar el escándalo. Pero hay demasiada gente importante que no descansará hasta verla muerta. Custodiar a la carterista no sólo pone en peligro la vida de los agentes, sino también la verdadera identidad de Salva. Loli conoce el pasado delincuente del malagueño y Berta está cada vez más cerca de descubrir la verdad, al mismo tiempo que empieza a sentir algo por él. Elena también tiene problemas para mantener su doble vida al tener que ocultar a su marido una herida de bala en plena celebración de aniversario. Iñaki, harto de tener que proteger a su hermano, intenta enseñarle a ser un buen agente. Mientras tanto, Efe tiene que aceptar que Montse es su nueva jefa, aunque no se lo pondrá nada fácil.