La historia de Carlos Ferrer estaba bañada por el éxito y la fama al ser un conocido presentador de un concurso de máxima audiencia, pero el también actor y cómico, al que interpreta en esta serie Arturo Valls, se le vino todo encima cuando una broma se le fue de las manos y perdió el apoyo de una parte del público.
Al juez esa broma no le hizo ninguna gracia y decidió condenarle a dos años y un día, así que nuestro protagonista ha aterrizado en una prisión poco común en la que los reclusos visten monos de color rosa y en la que el carácter de la directora se escapa también de los estándares. Además, tiene un compañero de celda, Adolfo, también tiene sus particularidades.
Los primeros días de Carlos en la cárcel son complicados, pero todavía lo son más las noches, ya que no consigue conciliar el sueño y hacerse con una medicación para poder dormir no le va a resultar fácil. ¿Qué le pedirán a cambio? ¿Reconocen los presos a este presentador de éxito en la televisión del país?
Otro de los internos que le van a poner obstáculos en la condena a Ferrer es El Rubio, porque además de peligroso es religioso y el hecho de que el cómico decidiera disfrazarse de la Virgen para dar el pregón de las fiestas le ha hecho daño especialmente. ¿Conseguirá Carlos ganarse su perdón? ¿Le hará la vida imposible durante su estancia en prisión?