La Ley del mar exige que por un asunto así se persiga el delito y se juzgue al joven, así que el capitán no tendrá más remedio que esposarle y encerrarle hasta aclararlo todo.
No hay combustible y la temperatura en el barco se hace insoportable, a pesar de encontrarse en un punto del mapa en el que no deberían sufrir un calor tan sofocante.
Ainhoa empieza a afrontar que está enamorada de Ulises y empieza la batalla con la doctora, porque las dos aman al mismo hombre. Mientras tanto, los cuidados del capitán hacia Estela por su crisis de ansiedad van a confundir a la joven.