Mientras los capos permanecen ocultos en el complejo turístico de Portugal, las damas toman el control con Esther, la mujer de Laureano y Pilar, hija de Manuel Charlín, al frente.
Las dos cabecillas continúan con el negocio sin problema, siguen con las descargas y lo único que preocupa a sus hombres es la entrada de España en la Unión Europea (se llevó a cabo en 1986).
Camila visita a Sito en la prisión y él le asegura que no va a colaborar con los narcos de Medellín ni va a traficar con fariña, pero cuando ella le habla de la difícil situación económica, la cosa cambia. ¿Volverá a las andadas Sito?