Después del gran descubrimiento del inspector Ayala, y por lo tanto el secreto descubierto acerca de la verdadera identidad de Julio, el inspector acude en busca del joven, eso sí, sin ningún éxito gracias a que Alicia lo avisa para prevenir que lo detengan por posible sospechoso de asesinato.
Dejando a un lado la investigación de Ayala y centrándonos en la de Julio, este no puede permitir que en este momento le detengan para poder seguir indagando en la muerte de su hermana. Además la aparición de uno de los objetos que encontró entre las pertenencias de la chica en el Gran Hotel le hará continuar la investigación.
Mientras tanto el General, que llegó en estos días al hotel con sus dos hijas, está hecho polvo y lleno de rabia e impotencia por la muerte de una de ellas y la situación grave de la otra, por lo que reta en un duelo al joven de los Alarcón, Javier. Este es el susodicho que se acostaba con las dos y además al ver venir esta situación intentará esquivarla por todos los medios, cosa que no nos sorprende.
Sofía, por su parte, descubre que el hijo que espera Belén, una de las doncellas del hotel, posiblemente sea de Diego, que es infiel a Alicia. Teniendo Sofía estas sospechas tiene que contener las ganas de su marido por contarle todo a Doña Teresa mientras que esta busca el modo de conseguir otro bebé.
Por último, Ángela aprovecha la nueva llegada de una doncella al hotel para intentar acabar con la relación que mantienen Belén y Andrés de manera definitiva.