Andrés sufre un grave accidente en la temporada anterior, por lo que Julio y Ángela están durante meses día y noche cuidando de él.
Mientras tanto, Alicia regresa de su luna de miel con Diego y para su sorpresa Julio sigue en el Gran Hotel, sorpresa no muy grata ya que ella no tenía pensado volverlo a ver nunca más. Julio le comenta las sospechas que tiene acerca del accidente de Andrés ya que él no lo calificaría de ese modo, si no como un intento de asesinato.
Después de estos meses, el embarazo oculto de Belén está llegando a su fin. Doña Teresa intenta tenerlo todo controlado para organizar todos los preparativos del supuesto parto de Sofía, pero no todo sale como ella esperaba. Se adelantan los acontecimientos y Belén rompe aguas antes de lo previsto.
A Belén lo que más le preocupa no es su bebe si no poner a buen recaudo la carta que esconde sobre la verdadera identidad de Andrés y donde se le reconoce como un Alarcón, pero Diego y Doña Teresa lo saben y no están dispuestos a consentir que esa verdad salga a la luz.
Por suerte o por desgracia este no es el único problema en el que pensar de Doña Teresa, esta llega al hotel en el peor de los momentos ya que todo el papel que han montado con el supuesto embarazo de Sofía ya está en marcha.
Independiente a todo esto, al que nada le afecta ni se entera, Javier, sigue con su vida sin ninguna preocupación, y además por si fuera poco ha pensado en meterse en un nuevo negocio, y además de sus vicios le resulta muy rentable e interesante el tráfico de opio. Su problema principal es que no sabe a los problemas que le van a poder surgir con su nuevo negocio que tan sencillo le parece.
Por último, el servicio sigue lleno de novedades. Tras la marcha de Benjamín, Ángela busca de manera desesperada un nuevo maître, y después de eliminar a varios candidatos que no dan el perfil necesario, Ángela conoce a Ernesto.
Ernesto es un hombre lleno de experiencia como maître pero que nada tiene que ver con la forma de vida ni de trabajar de Ángela.