Andrés al no recibir ninguna señal de si Belén sigue viva decide confesar públicamente que esa noche la asesinó, aunque ni él sabe realmente si esto es cierto porque no se acuerda de nada desde entonces y Belén no aparece, por lo que cree que la pudo matar debido al enfado que tenía en su último recuerdo de la noche.
Mientras la noticia va saliendo a la luz, la prensa está constantemente detrás de los Alarcón sin dejarles ni un respiro, Ayala mientras tanto confía en que Andrés es completamente inocente e intenta demostrarlo una y otra vez. El problema real aparece cuando llega a Cantaloa un nuevo detective, que se va a asegurar de que Andrés sea condenado a muerte por el asesinato de la joven doncella.
Julio, Maite y Alicia mientras tanto están encaminados a encontrar el documento que demuestra la verdadera identidad de Diego, lo que no saben es que las pistas han sido elegidas y forzadas a encontrarse y por ello alguien está jugando con ellos.
El nuevo detective ha dejado a Ayala fuera de toda investigación sobre el caso de Andrés, por lo que el inspector decide centrarse en el asesinato de Celia Velledur. Ángela podría ser la testigo que ayudaría a que todo se aclarase pero Doña Teresa se encargará con la ayuda de una doncella de boicotear su declaración para poder deshacerse del testimonio.
Doña Teresa no solo tiene este problema si no que ahora Laura, la mujer de su hijo, quiere marcharse de Cantaloa con su hijo y además con el dinero de la dote, por lo que entrará en pánico, y la persona con la que se conseguirá desahogar es la menos esperada por todos…
Sofía mientras tanto intentará salvar su matrimonio ya que se siente fatal por lo sucedido con el padre Grau, pero las mentiras existentes en la relación por ambas partes hará que esto no sea nada fácil.