El jefe de la banda mexicana de droga, Gayarre, sigue siendo investigado por la Comisaría de San Antonio. Para lograr juntar pruebas contra él y así poder detenerlo, el comisarío les pide a Paco y Mariano que se infiltren en una de las peleas de gallos que tanto gustan a Gayarre. Por tanto, Paco y Mariano deciden obtener un gallo y transformarse en dos gitanos.
Por otra lado, Silvia y Pepa no atraviesan su mejor momento como pareja. Llegar cogidas de la mano parecía un asunto menor hasta que las miradas entre sus compañeros de trabajo en la comisaría comienzan. Mientras tanto, Sara le pide ayuda a Pepa para investigar un asesinato en un gimnasio de boxeo en el cual terminará infiltrándose para conocer la verdad.
El compromiso entre Mariano y Salgado está a la orden del día. Mariano queda con ella para cenar y así romper la relación amorosa que lo une, sin embargo, al final no encuentra el momento adecuado.