Obviamente, ambos tienen diferentes puntos de vista sobre la pasión futbolística: Mariano está más del lado de la pasión y la testosterona, mientras que para Ernesto es un rito, un batido de geometría, músculo y poesía. Claudia sólo tiene algo definido, que el desmedido fanatismo de los hombres con el fútbol es la consecuencia de sus complejos.
Cansada de que Rafa presuma de las cosas que él y Laura hacen en las clases particulares de inglés, Laura decide retirarse del trabajo. Sin embargo, le resulta imposible devolverle el dinero prestado a sus padres, así que decide comenzar como camarera en el club social a escondidas de sus padres, quienes no lo aceptarían. La experiencia de Laura con el nuevo trabajo no marcha bien, ya que vive asustada todo el tiempo escondiéndose de sus padres.
Mientras tanto, la carrera de Sheila es más fructífera que nunca, tanto que están planificando un viaje a Miami para grabar un disco junto a Ricky Martin. Aunque todo eso le emociona a la niña, debe seguir estudiando para un gran examen que debe presentar. Bea descubre a su hermano Sergio haciendo chuletas para aprobar el examen y, aunque ella siempre saca buenas notas, cae ante la presión y decide hacer lo mismo que su hermano. Lamentablemente, durante el examen una de las chuletas cae sobre los pies de Sheila y el profesor la acusa de hacer trampa.