Como era de esperar, en cuanto los matrimonios Sánchez y Sandoval se han enterado de la relación amorosa que han comenzado sus hijos, Laura y Rafa, están todos en alerta preocupadísimos. Pero el que más preocupado está sin duda es Ernesto, que ya ha entrado en cólera cuando Mariano le ha comentado que la familia Sánchez tiene un problema de incontinencia sexual y por lo tanto su hijo probablemente también lo tenga. Por lo tanto acuerdan entre los más mayores intentar evitar a toda costa que los tortolitos puedan quedar a solas.
Sheila necesita ayuda para hacer sus deberes y Loli por más que lo intenta no puede ayudar a su hija porque tiene una clara falta de cultura. Cuando va al colegio con los deberes hechos habiéndole ayudado Loli, los niños se ríen y se burlan de ella constantemente cuando el profesor le pregunta y ella contesta lo que le ha dicho su madre. Por lo que Sheila se avergüenza de ella y cada vez se apoya más en Claudia, ella y los otros Sánchez, por lo que empieza a darse cuenta de que sus hijos prefieren para estas cosas la ayuda de Claudia.
En cuanto a Mariano, ha besado a la Cuqui y ahora tiene grandes remordimientos por haberlo hecho, por supuesto no quiere que se vuelva a repetir y desea estar muy lejos de ella. Con ello se obsesiona con que ha sido infiel a su mujer y mientras la Cuqui sigue intentado conquistarle y seducirle continuamente, por lo que Mariano toma la decisión de vender su parte de la peluquería para evitar tentaciones de las que luego se va a arrepentir.
Loli, que no tiene ni idea de todo esto, se niega a hacerle esa faena a la Cuqui después de haberse comprometido con ella, tanto se complica el asunto que Loli acaba sospechando lo inevitable por más que Mariano hace por disimularlo.