Cuando Loli acude a sus vecinos, Ernesto se niega enérgicamente a firmar la carta que los mismos Sánchez han redactado, pero Loli consigue que Claudia la firme después de una charla a solas con ella.

Los más pequeños de las dos familias, Bea y Sergio Sandoval y Sheila y Pepe Sánchez, comienzan una amistad al coincidir en que la nueva asistenta de los Sánchez, Condesa, es demasiado estirada y juntos crean un plan para “arreglarla”.

Mientras tanto, Loli le ordena un pastel para llevarlo a casa de los Sandoval. La empleada se esmera en que quede perfecto, pues sueña con trabajar para los vecinos, pero los niños logran distraer a Condesa y le ponen a la mezcla  una gran cantidad de laxantes robados de la abuela Críspula.

Rafa, por su parte, comienza a cansarse de que Laura siempre lo deje en ridículo frente a todo el mundo, así que piensa en un plan para impresionarla. Enseguida convence a sus amigos de que simulen un robo a Laura y a sus amigos, de modo que él pueda aparecer como el héroe que los salva.

A Loli se le ha metido en la cabeza que Claudia le haga un reportaje a su hija Sheila para la revista donde trabaja. Ernesto, horrorizado con la idea, no cree que el director de la publicación acepte la propuesta. Sin embargo, al jefe de Claudia le atraer la idea de mostrar cómo es la vida de unos nuevos ricos que consiguen salir de abajo por el éxito de uno de sus hijos.