Mariano recibe una carta en casa con el sello de 1982, la carta es de una persona anónima que quería advertir a Mariano en su día de que no se casase con Loli porque en las fiestas del barrio de ese año ella le fue infiel.
Mariano disgustado y enfadado por la noticia, decide investigar si lo que dice esa carta es verdad o no, y descubre que la carta se la envió una mujer, y que el hombre con el que Loli le había sido infiel son ambos muy cercanos a la familia.
Volviendo a la habitual paranoia de Mariano, haciendo cálculos, comienza a pensar que Rafa no es hijo suyo si no de la persona con la que le fue infiel Loli en esas fiestas del barrio. Poco a poco se irá desenmascarando la historia y se va a hacer memoria de lo que realmente pasó esa noche en la que Mariano estaba viendo el Mundial de Fútbol.
Rafa y Aitana están disfrutando de su relación idílica de amor, Rafa se comporta con ella como un caballero que incluso contrata a unos mariachis para que le den una sorpresa a su novia, irán a cenar a sitios perfectos… A todo esto, Laura esta celosa perdida de la situación que Rafa está viviendo con otra y no con ella y su reacción a esto es intentar apuntarse con Cristian a todos esos planes que realizan Rafa y Aitana para poder fingir que ellos también son una pareja 10 y lo pasan de miedo juntos.
A Claudia en la revista le piden que realice un reportaje de un hombre diferente que sea culto, elegante, caballeroso, sensible y que comprendan a la perfección a su pareja. Claudia ve clarísimo que ese prototipo es su marido Ernesto, Loli completamente asombrada con las creencias de Claudia porque cree que en el fondo es igual que todos y que para nada es lo que Claudia piensa, por lo que Loli intentará convencerla de que no es así. Cuando el reportaje se publique más de uno se llevará una sorpresa con su contenido.