Juan y Romeo se encuentran a su amiga en una tienda de lencería, para sorpresa de ambos se dan cuenta de que está robando diferentes prendas. Cuando se acercan a ella para intentar impedir que siga adelante con el robo la pillan y son los tres arrestados y acusados por intentar robas, por lo que su castigo es acudir a un curso de reeducación.
En una de las charlas a las que están acudiendo hay un delincuente al que llaman chino bastante problemático. El joven está continuamente molestando a Aitana y haciéndole comentarios bastante groseros, por lo que Romeo y Juan se ven obligados a intervenir y decirle al chico que deje de molestar a Aitana. Como el Chino es bastante peligroso su reacción va a la par con su personalidad, secuestra a los tres a punta de pistola.
Loli y Cuqui acuden a un museo para ver una exposición, al ver las esculturas, sin quererlo rompen el pene de una figura africana y con el nerviosismo del momento, deciden llevarle la pieza que se ha caído a casa, sin saber que las consecuencias de ello iban a llegar tan lejos.
La desaparición de ese trozo de escultura ocasionó que saliese en las noticias como una falta muy importante dentro del museo, ellas intentaran disimular su desafortunado accidente y no comentarlo con nadie. Teresa, la Condesa, asistenta de los Sánchez, descubre que son ellas las que tienen la pieza que falta y por lo tanto decide amenazarlas con denunciar que son ellas las que se la han llevado si no van de inmediato al museo a devolver a pieza.
Ernesto, ante las negativas de Claudia, quiere volver a comenzar una vida y para ello pedirá consejo a sus amigos. Estos le recomiendan que tenga una cita con otra mujer. Cuando Claudia se entera de que le han convencido quiere aguarle la cita por lo que irá a casa de Inocencio, donde Ernesto ha vuelto a instalarse, para dejar a su hijo pequeño Toñete y que lo cuide ya que ella se supone que no puede quedarse con él.
Ernesto no le pondrá ninguna pega para quedarse con su hijo pero se lo encasquetará a Inocencio para poder acudir a su cita. Mariano por su parte le ofrece a Inocencio unas entradas para ir a ver juntos el fútbol, por lo que no dudará en ir, y para ello ni corto ni perezoso tendrá que llevarse al bebe.