Loli será la Sánchez que más sufra todos los cambios. Últimamente se encontraba gastando dinero sin medirse y ahora tendrá que pensarlo dos veces antes de gastarse algo para hacer la mudanza a su antiguo hogar. La vecina de Loli, la Petri no hace el proceso nada fácil, ya que tratará de entrometerse siempre para saber qué está pasando en la casa de los Sánchez. Mariano, que ya había conseguido quitarse lo maleducado que estaba, se comienza a avergonzar de su amigo Angelito durante una visita al refinado club social del que tanto le costó hacerse socio. Ahora tendrá que hacer las paces con él si quiere tener ayuda para la mudanza.
Los chicos también se verán afectados por los cambios que se avecinan. Molesta con Rafa, Laura deja que Rubén coquetee con ella. Piensa que, como los Sánchez abandonarán el vecindario para volver a su antigua vida, la relación con Rafa se complicará: volverán a ser de dos mundos opuestos. Sin embargo, son los niños quienes lo tendrán bastante difícil porque ya han logrado formar una pandilla bastante unida y no están dispuestos a separarse tan fácilmente, así que organizan un plan para ahuyentar a todos los posibles compradores del chalet de los Sánchez y así retrasar la mudanza.