Milena intenta sobrevivir sin su marido, sin dinero y sin poder, buscando la forma de recuperar a su hija huida. Por suerte, cuenta con la ayuda del Mudo, su más fiel guardaespaldas. Antonio encuentra una pista gracias a la imprevista llegada de Eva Aguirre.

La inspectora ha viajado a Bogotá para ayudar, tanto a él como a Inma, y tratar de cerrar los flecos de aquella investigación que nunca logró archivar. Mientras, Inma, Soledad e Ignacio llegan a una pequeña iglesia en un perdido pueblo del interior, donde deben esperar 24 horas para ser sacados de Colombia.

Todos intentarán negociar para que Soledad elija la vida que quiere llevar y aunque es difícil, buscarán una tregua que les permita disfrutar de su hija sin que haya más damnificados. Angelita se encartará de Quitombo, que puede enfrentarse a sus últimas horas.