Bibi (Juliana Paes) es una mujer intensa, ambiciosa y pasional. Tiempo atrás, abandonó la facultad de Derecho y una relación estable con Caio (Rodrigo Lombardi), administrador de una de las mayores empresas de alimentos del país, para vivir una ardiente pasión con Rubito (Emílio Dantas), un estudiante de Química que trabaja como mesero, quien por estar pasando por grandes dificultades financieras ve en el narcotráfico una oportunidad para resolver sus problemas.
Cuando terminó su relación con Caio, Bibi alegaba que ellos veían el amor de manera muy diferente. Ella no está interesada en un amor tranquilo, basado en la rutina de la convivencia cotidiana, sino en vivir una relación a la máxima temperatura, con mucha adrenalina. Seducida por el poder del crimen, el glamour proporcionado por el dinero e ilusionada con las promesas de Rubito, con quien se casa y tiene un hijo llamado Dedé, Bibi también se involucra en actividades ilícitas y se convierte en Bibi peligrosa, respetada por los delincuentes y temida por todos, principalmente por las mujeres que tratan de acercarse a su marido.
Debido a sus problemas con la ley, ella reencuentra a Caio, quien tras haber abandonado su antigua profesión, se convierte en un reconocido abogado experto en seguridad pública. Por su integridad moral, Caio enfrentará un gran conflicto entre sus ideas éticas y el amor que se vuelve a encender cuando él y Bibi se reencuentran. En el otro lado de la Justicia, la intrépida y valiente Jeiza (Paolla Oliveira), una policía del Batallón de Acciones Caninas – especializado en la detección de drogas y armas –, lucha contra el crimen organizado de la ciudad. Ella le declara la guerra a Bibi y Rubito, y promete destruir la red de narcotráfico montada por ellos.
Paralelamente a su carrera en la Policía, Jeiza también quiere triunfar dentro de los octógonos de MMA, rompiendo estereotipos de género y mostrando que las mujeres pueden hacer lo que quieran. Sensual, con mucha actitud y personalidad fuerte, es una mujer que no acepta ningún tipo desumisión, especialmente en sus relaciones. Una prueba son los desencuentros en su conflictiva relación con el camionero Zeca (Marco Pigossi), un joven rudo, machista y pasional que proviene de una tranquila ciudad del interior.
En esa ciudad, Zeca estuvo a punto de casarse con Ritita (Isis Valverde), una joven que desde pequeña pasa mucho tiempo en las aguas de un río y tiene el poder de deslumbrar y seducir a los hombres que cruzan su camino, no solo por su belleza, sino también por su espíritu libre de querer experimentar plenamente y conocer nuevos lugares aprovechando lo mejor que la vida puede ofrecer. Ese deseo de tener nuevos descubrimientos la hace creer en falsas promesas y abandonar a Zeca para huir a Río de Janeiro con Ruy (Fiuk), el joven que asumió la posición que dejó Caio en la empresa de alimentos.
La joven termina casándose con Ruy y, poco después, descubre que está embarazada y decide esconder de todos la verdadera identidad de su hijo. Por otro lado, Zeca cree que ya ha dado vuelta a la página en su relación con Ritita, pero al reencontrarla junto con Ruy en Río de Janeiro, los caminos de ese triángulo amoroso seguirán entrelazados por el poder de fascinación y dominación que ejerce Ritita, lo que conducirá a situaciones inesperadas y sorprendentes.
Al mudarse a la capital, la adaptación de Ritita no es fácil. Ella tiene que lidiar con su suegra Joyce (Maria Fernanda Candido), quien no acepta la manera libre de ser de la nueva nuera. Joyce es una mujer elegante que valora mucho todo lo relacionado con la belleza y la riqueza. Crio a su hija Ivana a su imagen y semejanza, pero la muchacha no es vanidosa, no usa maquillaje y no le interesan las ropas de moda. Le encanta jugar voleibol y sueña con ser jugadora profesional. Sin embargo, los conflictos internos de la joven van empeorando con la presión de Joyce. Ella no se siente cómoda en su cuerpo femenino y empieza un camino hacia la comprensión de su identidad de género.
Ivana incluso se esfuerza para tener una relación amorosa con Claudio (Gabriel Stauffer), pero no logra sacar adelante esa relación, a pesar de estar enamorada del chico. Mientras tanto, al mismo tiempo que Joyce trata de reprimir los deseos de la hija, su matrimonio con el empresario Eugenio (Dan Stulbach) es afectado por Irene (Débora Falabella), una mujer ambiciosa y sin escrúpulos que está obsesionada por conquistar al hombre de su vida.