Tras una intensa pelea con otra presa, María debe pasar algunas semanas incomunicada en una celda de castigo. El recuerdo de la traición de su familia años antes en Madrid y la preparación de su venganza es su único motivo para mantenerse fuerte en estas duras condiciones.
A través de sus conversaciones con Fernanda y su amiga Trini, María descubrió la historia de su nacimiento en el Convento de El Remedio. Fernanda dio a luz a dos niñas mellizas, María y Amparo, pero Trini se vio obligada a dar a una de ellas en adopción a una familia rica.
Cuanta más información recopilaba María, más tensa se ponía Luisa, que inclusó llegó a sobornar a Juan para que dejara de ayudar a su hija adoptiva. También Francisco pidió ayuda a Enrique, sin saber que éste había sido uno de los máximos responsables de los niños robados años atrás.