Martín es el encargado de cuidar al hijo de Alfonso X, Fernando y a Cristóbal, que aun ignorando la prohibición del rey de no abandonar en ningún momento en castillo, deciden irse a la ciudad disfrazados de plebeyos, y lo hacen en el momento en que Martín los descuida para ir a la escuela de traductores para ampliar sus conocimientos.
Tanto Fernando como Cristóbal acaban en una taberna de la ciudad de mala muerte, teniendo en ella un encuentro que pondrá en peligro al joven Fernando. Violan a una joven tabernera y esto pone en tela de juicio la lealtad de Rodrigo a su rey y a su corona, ya que el violador, un borracho noble, resulta ser el hijo de Miranda, Humberto.
Por otra parte, con la amenaza que tiene Castilla con una guerra contra Navarra, lo último que necesita en este momento es perder el apoyo del Conde Miranda.