Alberto decide apostar por sus modistas para que le den ideas sobre cómo ven los posibles diseños del personal de vuelo de la compañía y Ana tiene dudas, porque significa volver a estar muy cerca de Alberto.
Finalmente, le echará valor y se lo toma muy en serio con un proyecto muy innovador. ¿Sorprenderá a la compañía? ¿Volarán sus diseños en los cuerpos de la tripulación de Airsa?
Max y Blanca no terminan de dejar claros sus sentimientos, pero él es el que más apostaría por una relación normal y ella quiere mantener su actitud fría y distante. Pedro y Rita también juegan al gato y el ratón con celos absurdos que no les llevan a ninguna parte.