Alberto está más entusiasmado, si cabe, muy orgulloso de lo que está consiguiendo la mujer de su vida, así que va a intentar que sea un día redondo con una gran sorpresa.
Raúl de la Riva será el compañero de taller de alta costura de la joven promesa, lo que puede traer rencillas entre ellos ahora que van a estar mano a mano.
Bárbara y Cristina siguen su camino de emprendedoras con la línea de joyas de las galerías, mientras Rita y Pedro van a tener que convivir con la madre del dependiente, Conchi, muy peculiar.